ESTELAS DE PROVIDENCIA
Entrega al ángel lo que descubriste al atardecer, las acrobacias y el resplandor infectos, el húsar que hallaste en este río silente, las cuentas de niebla; al ángel, el suspiro de los ahogados, la llaga de los paisajes, la condenación del pétalo fugado, la muerte de los allegados, tu propia extinción.
El abrazo de la ceniza para el querubín reserva, la ceguera tras la estación más ilusa; al ángel que siempre consuela, a él ofrece, tú, todo quebranto porque él olvida lo que no ha conocido… y, apenas lo conoce, gelatina sin abracadabra lo torna.
Al ángel, pues, toda la tiniebla y seda amorfa.
Al ángel lo que te aterra, destrona tus facciones y desangra tu nombre…
Tras el mercurio abofeteado sobre el espejo, entre las brumas de vejez, permite al ángel desplegar sus alas, punzar el silencio y nacer de nuevo. Sueña discretamente con esa voz de otrora, de espaldas al tiempo.
No debiste desandar los caminos de la maravilla… crecer en la hostilidad de los imposibles; no debiste llover sobre las ruinas, arrugar los pliegos de fantasía y morir bajo el árbol de los días. Con todo, aún podrías cristalizar un trance entre los dados de infancia y jugar la baza de tu sonrisa.
Para ello, al ángel, tu vida… ya, adulto, al ángel tu deseo de crisálida…
امي يا ملاكي يا حبي الغالي الى الابد
mi madre es mi única ángela sólo ella,
el resto son diablos
worud said this on 27 abril 2009 a 17:57 |
GRACIAS.Después es Siempre..
DEMETER said this on 1 May 2009 a 23:44 |
…y continúa silente el lánguido penar…
Mirari said this on 13 julio 2009 a 15:55 |